jueves, 10 de abril de 2014

Juegos de descubrimiento

La caja de los tesoros: Los niños evolucionan a través de la interacción con las personas y con las cosas. Desde pequeños juegan con todo lo que tienen a su alcance; Esto es debido a la curiosidad innata que poseen, y que es necesaria para su formación.

La caja de los tesoros permite y fomenta la exploración y el descubrimiento de los objetos. La caja de los tesoros se ofrece a los niños que todavía están sentados y que no se desplazan, y que concentran su actividad en la exploración de los objetos (6 a 12 meses).



Se utiliza una caja de mimbre
 (de unos 35x35 cm. y 8cm. de altura) con objetos de uso cotidiano, escogidos con la finalidad de proporcionar estímulos y experiencias a los cinco sentidos de los niños. Son objetos que se pueden encontrar por casa, no comerciales.

Desarrolla la capacidad de coordinar ojo-mano-boca. Se lleva el objeto a la boca para conocerlo, y mientras lo explora, piensa: ¿Qué es esto?

Facilita poder acceder a todo aquello que le interesa y por tanto favorece la curiosidad innata. Aprende solo y por él mismo; el adulto debe observarle para darle seguridad y confianza.

¿Cómo se organiza?

Los objetos se escogen por sus cualidades, y se ponen en la caja. Se llena con un mínimo de 60 objetos. La selección de los materiales se hará con objetivos creativos y renovadores. Se presentará de manera atractiva (por ejemplo, se colocará en el suelo, sobre una alfombra, para que pueda ser fácilmente accesible al niño). Los objetos de la caja ayudarán al niño a establecer los primeros contactos, comunicaciones e interés a través del juego. Es una auténtica herramientas de aprendizaje.

Para la renovación del material se tiene que tener en cuenta las preferencias del niño. Se dejarán objetos anteriores que le servirán como puntos de referencia, y los incorporados serán nuevos estímulos. Se tienen que limpiar diariamente y mantenerlos en buen estado.

El adulto debe quedarse cerca del niño, observando el juego, dándole seguridad con su mirada.

El propósito de esta actividad es desarrollar al máximo los sentidos:

* El tacto: forma, textura, peso, temperatura, a través del descubrimiento de la mano.
* El olor: variedad de olores.
* El gusto: la variedad no será limitada.
* El sonido: percusión, fricción, crujidos, ausencia de sonido.
* La vista: color, dimensiones interesantes, forma, luminosidad.

Los objetos pueden ser:

Objetos naturales: piedras, cáscaras, manzanas,...
Objetos de materiales naturales: pelota de lana, flauta de caña, pinceles,...
Objetos de madera: cajas pequeñas, carretes, bobinas de hilo, mortero,...
Objetos de metal: cucharas, latas, anillas, triángulos,...
Objetos de piel: goma, ropa, goma: monedero, bolsa de piel, cremalleras, trozos de goma,...
Objetos de papel y cartón: libreta, tubos, papel de vidrio,...
Objetos de vidrio: botes de perfume, espejos, collares de bolas,...

Mientras se realiza el juego, en ningún momento se debe dejar al niño sin la supervisión de un adulto. Conviene asegurarse de que ningún objeto incluído en la caja de los tesoros puede ser peligroso (revisar que no haya roturas, piezas pequeñas que se puedan desprender, etc.).

La gran variedad de objetos, permite al niño jugar con tranquilidad, ocupado y concentrado. Gozará de las sensaciones que le provocarán los objetos. Su curiosidad y sus descubrimientos harán que se llene de satisfacciones. Ira aprendiendo a escoger y a decidir qué es lo que quiere hacer. 

El niño, de forma innata, tiene la necesidad de probar la consistencia de las cosas: coge los objetos, los muerde, los chupa, los manipula, los observa, los escucha, los apila, los huele, etc. Actividad en la que hace participar todo su cuerpo.

El juego de la caja de los tesoros, favorece:

- La capacidad de concentración.
- La utilización de las manos y implicación del todo el cuerpo.
- La capacidad de escoger entre los objetos.
- La exploración entre una gamma muy variada, y descubrir sus propiedades.
- Aprendizaje autónomo (él solo, sin depender del adulto).
- La estructuración del pensamiento.
- Actuar a su ritmo.
- El placer de la sorpresa.

miércoles, 9 de abril de 2014

Juegos tradicionales.

Se trata de juegos que se transmiten de una generación a otra oralmente. Enseñan a los niños a aceptar reglas comunes, facilitan la integración de los niños  en la vida social, favorecen la comunicación y propician el desarrollo de  habilidades psicomotrices.

“El corro de la patata, comeremos ensalada…” 


Se colocan todo el numero de niños/as que haya en un corro cogidos de las manos. se canta una canción y se da vueltas hacia al lado que quiera la persona que dirige y se sigue el ritmo de dicha canción.


Canción:

Al corro de la patata
Comeremos ensalada
Como comen los señores
Naranjitas y limones
Achupe achupe
Sentadita me quede.
Cuando se dice "achupe" todos los niños/as deben agacharse y volverse a levantar hasta que dice "sentadite me quede"  y se quedan sentaditos en el suelo.





El pañuelo:  Lo primero se hacen dos grupos y cada grupo se pone en corro porque tienen que ponerse un número cada niño, así los dos equipos sin que un equipo sepa los números del otro equipo.
   Se hacen dos rayas alejadas y cada equipo se pone detrás de su raya.
   Un niño se pone en el medio con un pañuelo en la mano y si dice el número uno, tiene que ir los niños que tienen ese número, uno de cada equipo.
   El que coja el pañuelo tiene que ir corriendo a su parte del campo corriendo para que el contrincante no le pesque.
   Cada vez que cojas el pañuelito y consigas llegar a tu campo será un punto para tu equipo. También ganas un punto si el contrario ha cogido el pañuelito y tú lo pescas.
   



GALLINITA CIEGA:  Una vez determinado quien se la queda, se le tapan los ojos, de modo que no pueda ver. El resto de participantes hacen un corro dejándola en el centro y se le pregunta:
CORO. Gallinita ciega ¿Qué se te ha perdido?
GC: una aguja y un dedal.
CORO: date tres vueltitas y lo encontraras (se le da las tres vueltas). Y en ese momento tiene que ir palpando hasta que se encuentre con alguien, entonces debe adivinar quién es y puede hacerlo tocándole la cara, el pelo,  la ropa… pero no puede quitarse el pañuelo. Si lo adivina se quita el pañuelo y se la queda la persona que ha sido descubierta, y si no acierta continua quedándose hasta que lo consiga.


En la casa de Pinocho todos cuentan hasta ocho: es un juego de sorteo que va acompañada de una canción.



Cinco lobitos tiene la loba: es un juego para niños de 6 meses y 1 años y medio. Los niños están sentados en semicírculo mirando al educador y con las manos a la altura del pecho. giran las muñecas mientras cantan la canción.


Juegos cooperativos

Los niños trabajan por un objetivo común. Estos juegos presentan la ventaja de que fomenten la confianza del niño en sí mismo, la participación y la empatía.

El globo o el balón que no toca suelo: se trata de hacer que un globo o un balón circule por la sala sin tocar el suelo.





 Las sillas cooperativas: se juega como el tradicional juego de las sillas, pero en vez de eliminar al niño que tiene silla, este se sienta encima de un compañero. El juego acaba cuando todos los niños se sientan juntos en una sola silla.




Continuar la historia: un niño empieza  a contar una historia, el siguiente debe continuarla donde el primero se quedó.

La Cadena. Uno se la queda. Cuando pille a alguien, se dan la mano y continúan. Cuando vuelvan a pillar a otro, los tres van de la mano. Así sucesivamente hasta que estén todos pillados. Los alumnos que forman la cadena, tienen que cooperar para poder trabajar en equipo y pillar al resto de compañeros.































Cruzar el Lago. Se forman grupos de 3 o 4 alumnos. Se les cuenta que están delante de un lago lleno de pirañas, cocodrilos y miles de bichos que se los comerán si pisan el suelo. Deben cruzar el lago de una orilla a otra con la única ayuda de 5 piedras (ladrillos) que pueden pisar y mover pero no desplazarse dentro de ellas. En el momento en que una persona toca con los dos pies en el lago todo el grupo debe comenzar en la primera orilla.




Siameses del Balón. Por parejas, cooperan para trasladar una pelota de un sitio a otro, con distintas partes del cuerpo.